sábado, 23 de abril de 2016

Raro es el día

J.A.Xesteira
Raro es el día en que no nos desayunamos con un nuevo caso de corrupción, robo, defraudación o cualquier otro delito relativo a la desaparición de dinero público en un agujero negro o dinero privado traspasado al cielo de los dineros para no pagar impuestos. Y ya hay políticos-barra-as que afirman con la mayor desfachatez que buscar la manera de no pagar a Hacienda es legítimo, lo cual no se contempla como exaltación del latrocinio porque esta variante no está penada por la ley que, paradójicamente, hicieron los mismos políticos que cobran un pastón del erario público y lo ponen a salvo de la Hacienda Pública en cuentas opacas. Pero no divaguemos. También raro es el día en que alguno de esos imputados, investigados o sospechosos entra en la cárcel para cumplir condena adecuada y ejemplar; la justicia es lenta, muy lenta en estos casos, los sumarios se eternizan, los procesos se alargan, y, cuando hay una condena en firme, resulta que es como un parto de los montes, entran en la cárcel y salen a los pocos meses. No se entiende que un chorizo público tenga buena conducta de la noche a la mañana, entre rejas, cuando observó una conducta condenable mientras era cargo público y usaba el poder y el dinero del poder a su antojo; léase caso Fabra, con 16 meses de nada y en la calle, gracias a las peculiariedades de una jueza peculiar. Raro, muy raro, es el día en que la mitad de la masa noticiable de los Medios no son los casos de corrupción, las detenciones, las prisiones sin fianza, y los eternos procesos que van goteando pequeñas novedades cada mañana. Los últimos artistas invitados, Mario Conde (segunda parte), el ex ministro Soria, atrapado en su ceremonia de la confusión y el partido del Gobierno, que suma notables investigados y a-punto-de: Barberá y Camps, Cospedal (y su gasto de dinero de hospitales en propaganda del partido) y el alcalde de Granada. Raro es el día que los “casos”, denominación genérica policial para empaquetar delitos y delincuentes, no aporta un  pequeño detalle para que no nos olvidemos de que existen; Gürtel (no se olviden, aún está ahí), Taula, Noos (actualmente en cartelera) y el mayor de los escándalos anunciados el de Manos Limpias-Ausbanc, como cosa que se veía venir; un sindicato sin obreros cuya única misión era personarse en causas sin aparente beneficio económico es cosa que no se lo cree nadie. Se sumará a la larga lista de asuntos pendientes por juzgar y condenar. Y los papeles de Panamá, que en breve tendrán una segunda parte con la conexión Panamá-Suiza (ya saben, en Panamá se montan las empresas en estado gaseoso, y en Suiza se guarda el dinero sólido que generan esas empresas invisibles). Los papeles panameños tienen su lado simpático, si no fuera porque el asunto es demasiado serio como para que nos riamos. La lista de “empresarios” con cuentas panameñas es de información transversal, va desde las páginas del corazón hasta las políticas, pasando por el suplemento literiario, páginas de cine y deportes. Desde Bertín Osborne hasta la mujer de Felipe González, pasando por la Corina del rey, el confuso Soria, varios primeros ministros y presidentes de países de toda casta y pelaje. Desde que escribo esto hasta que se publica habrán aparecido un par de ellos más en la lista.
Todos estos casos que a diario brotan para cabreo general suponen un peligro que conviene evitar. Se convierten en costumbre, y si la costumbre hace ley, también la costumbre genera rutina, y pudiera ser que la repetición de la gota china sobre nuestras cabezas acabe por ablandarnos el meollo y lleguemos a creer que eso es lo natural, que los que pueden, tengan cuentas opacas, que los gobiernos no hagan nada por combatirlo y, lo que es peor, que la Justicia prolongue un paripé para que todo siga igual. Y convendría poner en claro varias cosas. La primera que existe una sensación de ausencia del Gobierno ante estas evidencias que cualquiera, menos el propio Gobierno, puede entender sin necesidad de grandes investigaciones. Si se sabe que cada “sicav” (no olvidemos, un invento para que los ricos no paguen impuestos, así de claro, por mucho que nos lo expliquen los grandes explicadores) española está en manos de cinco bancos, y que dos euros de cada tres invertidos no está en España, algo no funciona. Muchos de los que poseen empresas  opacas son ignorantes en materia fiscal (algunos, incluso, en todas las materias) y cabe suponer que fueron asesorados por expertos, bancarios o abogados adecuados al caso, que son los que de verdad manejan el cotarro (¿alguien puede suponer que los padres de Messi, Neymar o Cristiano son tiburones de las finanzas?) Y son con mucho los brazos armados del delito fiscal. En el caso Ausbanc-Manos Limpias gran parte de los bancos han aceptado la oferta que no podían rechazar y han pagado el impuesto mafioso, lo que les convierte en parte del delito
Pero lo que más sorprende (si es que algo puede sorprendernos a estas alturas) es que haya quedado de manifiesto la inoperancia de los políticos en general, y del Gobierno en particular, ante estas cosas que aparecen todos los días y no se haya movido nada; quizás los políticos, sus partidos, tengan el culo de paja y tengan miedo de que les arda; y todo quede en un “vamos a hacer” sin que se haga nada, y se expulse al que pillan en las patatas con el calzón a media pierna, como si al echarlo del partido borraran el pecado cometido gracias a que era del partido.
Lo único positivo es que parece que un tipo de periodismo acaba de despertar en medio de la corriente general y saca la porquería mundial a flote; un grupo de jueces ejerce como tales frente a otros muchos que mantienen un estatus agarrados a la letra de la ley; las investigaciones fiscales, de Hacienda y de las fuerzas de polícía y guardia civil cumplen con su trabajo. Y los padres de la patria, con esos pelos.

1 comentario: