sábado, 11 de junio de 2016

El Banco de España anda suelto

J.A.Xesteira
Como el gorila de Brassens, el Banco de España, de vez en cuando se escapa de su jaula y ataca. ¡Ojo al gorila! Acaba de salir y, por boca de su gobernador, un título que recuerda viejos modos y viejas modas, y que sólo conserva el titular del banco del Estado, nos dice que hay que hacer los despidos más baratos y los sueldos más bajos (¿más aún? dirá usted) una vez que pasemos de este trámite sin importancia que tenemos el 26-J, para empezar a apretar las tuercas al personal en general y al personal obrero, en particular, y así seguir los mandatos de la Santa Unión Europea. El señor Linde, gobernador a esta altura del Banco de España –mañana no se sabe– ha dicho que de esta manera se crearía empleo. Y en este punto ya no podemos saber si somos tontos o nos toman por el pito del sereno. Seguramente las dos cosas, porque esa cantinela de despedir y abaratar es una vieja canción que llevamos escuchando desde hace años, los mismos en que tenemos los millones de parados que tenemos y que no han variado, por mucho que tanto Europa como el Banco de España nos aseguraran en varias ocasiones, junto con otras voces autorizadas de la política y la Economía, que de esta forma, castigando a la clase media trabajadora y convirtiéndola en clase baja trabajadora, el paro se reduciría. Sabemos que no es cierto, y el que diga lo contrario –el presidente del BCE acaba de decir más o menos lo mismo– miente y sabe que miente; desde hace años el paro no se ha movido, ni se ha creado ni se ha destruído, como la materia, simplemente se ha transformado; gran parte de los parados con subsidio han pasado a ser parados sin subsidio; grandísima parte de los parados con puesto de trabajo indefinido han pasado a ser parados con  condiciones semiesclavistas, precarias y de corta duración (lo de “indefinido” quiere decir que será despedido en cualquier momento sin definir todavía). Es decir, los que están parados no van a encontrar empleo, y un gran porcentaje de los empleados tienen un empleo de mierda (por decirlo de una forma tecnocráticamente científica).
Por tanto, las opiniones del señor Linde sobre lo que nos espera, o lo que él quiere que nos espere, son como el gorila de Brassens, que sale a lo que sale y le da lo mismo a quien pille por delante (ver canción en Youtube con subtítulos) El objetivo es mejorar la rentabilidad de las empresas para así crear empleo, en palabras del gobernador, mejorar la competitividad. Una falsedad como otra cualquiera. Al momento le salen apoyos al señor Linde por la banda de su banda; el presidente del BBVA ya pide directamente que no se vote al “populismo” y se siga con el plan de moderación previsto por ellos. Los presidentes de los bancos son gente experta en lo suyo, por eso debo suponer que son conscientes de lo que están diciendo, y de las consecuencias desastrosas de los recortes que nos han traído hasta este punto en el que nos encontramos: estamos 6 puntos por encima de la media europea en índice de pobreza; el pretendido Estado de Bienestar se fue con los recortes hace años, que precisamente recortaron la sanidad y la educación; el salario mínimo también está por debajo de la media europea; en el 2007 la deuda pública era el 40 por ciento del PIB, y ahora supera peligrosamente el 100 por ciento. Es decir, para no continuar con este rosario de pobreza evidente, que todas las medidas adoptadas en España por orden del Capitalismo Europeo, bendecidas por la Santa Sede bancaria española, nos han llevado a todos a esta situación. Bueno, a todos, no, porque la Banca siempre gana, como en Montecarlo. ¿Se acuerdan cuando el Gobierno tuvo que inyectar al sector bancario dinero público para rescatarlo de sus propios negocios? Pues bien, de aquellos dineros de todos que les metimos en los bancos privados de toda esta tropa, a día de hoy no se sabe exactamente cuanto falta por devolver, pero son bastantes miles de millones. Aquello que se llamó “Rescate a España” quedó con que de España sólo se rescataron los bancos, algún gran financiero como Rato acabó en el banquillo de los delincuentes y poca cosa más. Los miles de millones que viajaron de un lado para otro, en forma de ayudas europeas avaladas por usted y por mí, de fondos públicos directamente transferidos y de exenciones y perdones de deudas que nunca nos harían a usted o a mi en un simple crédito bancario, ni se sabe lo que falta por pagar y si alguna vez lo pagarán.
Y como las cosas funcionan así el gobernador, como el gorila, nos ataca y nos pide que trabajemos más, cobremos menos y que salgamos a la plaza del pueblo para ver si nos contratan o no. Y que no nos pongamos malos o pretendamos educar a nuestros hijos gratis, que eso se va a acabar. Lo curioso es que de todos los pretendientes al gobierno de España ninguno haya dicho nada al respecto. Con la excepción de Varouflakis que dice que los recortes no han servido para nada, nadie levanta una voz; pero Varouflakis es griego, un tipo agrio, como el yogur.
El Banco de España es un organismo estatal, el banco de todos los españoles, en teoría; en la práctica es el banco de los banqueros españoles (y sus ramificaciones capitalistas) La Unión Europea en teoría es eso, la unión de las naciones y los pueblos de Europa para un bien común; en la práctica no es más que la unión de los bancos y los banqueros (y sus ramificaciones internacionales) Sólo el dinero interesa, no hay más. Se puede hablar de crisis, de problemas, de situaciones difíciles, pero cuando hablan de eso se refieren a los de abajo; sólo los banqueros no dejan de tener beneficios, aunque se quejen constantemente. Decía Brecht que atracar un banco es un delito, pero mayor delito es fundarlo. ¡Ojo al gorila!

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